"Camisetas Mojadas"

Cuando eres mamá el regreso al trabajo implica muchas cosas, desde la pena por dejar a tus bebés hasta pensar quien los cuidará cuando tu no estés en casa, pero para mi, lo que más me ha hecho sufrir son " Las Camisetas Mojadas".

No, no es el concurso de la más exuberante del verano jajaja, todo lo contrario,  se trata de lactancia materna en el sentido mas húmedo y vergonzoso, supongo que ya sabrás a lo que me refiero mamatita, pues tambien a ti te ha pasado, mucho más si eres primeriza y no has tomado tus precauciones,  si que lo sé.

Aun cuando se es tan precavida, de igual manera regreso a casa como si fuera el mes de febrero y hubiese jugado carnavales solo con mi pecho, ya me imaginarán caminando con la cartera en frente o con la chompa negra bien cerrada, los hombros encogidos y peor aún a punto de reventar.


He probado de todo, los pañales recortados me resultaron al principio pero terminé llena de pelusas y bolitas de gel jajaja, luego las toallitas dobladas en mil, esas tienen tiempo límite,  es decir, en un aproximado de media hora ya tendrás diez onzas de leche solo con exprimirlas y hasta las famosas pezoneras que cambiarlas a cada rato es poco.
Si trabajas todo el día, resulta mejor llevar el aparatito sacaleche y pasarte la hora de almuerzo metida en el baño, que flojera.

Fuente: Internet

A pesar de todo, a pesar de esas camisetas mojadas,  hay algo que me pone felíz, ya que llegando a casa me espera una boquita bella que me rescata del húmedo desastre, y que en lo profundo de mi ser,tengo esa sensación increíble cada vez que tienes hambre y te extraño mucho más.

Al final, pasar por este tipo de experiencias te hacen sentir mas madre y literalmente sacas pecho por tus hijos, vale la pena, ¿no lo crees? ¡Claro que sí!