Al fin encuentro a un hombre que me hace sentir muy feliz después de todos los caracoles (por no decir babosos) que se me han cruzado en el camino, bueno de igual manera tengo que agradecerles (no personalmente obvio) ya que por ellos aprendí a no hacer ni decir muchas cosas.
Carlos, así se llama mi esposo es un hombre con quien me puedo divertir, me hace reir, es super cariñoso, tiene carácter y cuando lo conocí para el era todo tan practico, todo cool , me contagio eso de hecho, pero al parecer algo ha cambiado desde que nació Tiago, la rutina hace que la vida de un giro espectacular que ni siquiera te das cuenta cuando empeso.
Son las 5.30 a.m el despertador suena, es hora de bañarse y alistarse para ir al trabajo, muy despacio (para que Tiaguito no se despierte), en eso lo escucho llorar ya que se me ocurrió ponerme los tacos que mas me gustan, en fin lo cargo un rato y se vuelve a dormir, Carlos ni se inmuta, salgo al trabajo, gracias a Dios mi jefe y mi desempeño me ayudaron a que pueda cambiarme a un part time,"Aleluya", son 4 horas igual de estresantes pero por lo menos ya se que se van volando, regreso volando a casa ya que mi querido esposo tiene que trabajar, el cuida a Tiago por las mañanas hasta que yo regrese y lo hace de la manera mas hermosa que nadie se puede imaginar, nos vemos unos minutos y luego con un beso en la boca se despide hasta la 1 de la madrugada que otra vez regresa a la casa (es jefe de Bar en una taperìa miraflorina) y cuando regresa yo estoy en el quinto sueño, antes lo esperaba despierta le servia la comida etc ;) (no hay porque especificar tanto), lo que les cuento ahora es cosa de todos los días.
Los lunes el día descanso de Carlos, día en el que podemos disfrutar de nosotros, ir a la playa, salir a un restaurante, espera, no, no, miento, con Tiago es imposible ir a un restaurante , tenemos que pedir comida para llevar o simplemente levantar el teléfono y ver los diferentes imancitos con los números de pollerias, pizzerias y demás, ya que cuando Tiago se aburre pues no esperamos a que nos haga pasar un papelon y tenemos que comer como si estuviéramos en un campamento de guerra(en 5 min.), felizmente Carlos es muy paciente (cuando quiere) y siempre es el quien lo engríe y lo hace calmar. (hasta que empieza otra vez).
Últimamente nuestras vidas giran alrededor de nuestro hijo, no es que me queje porque solo con verlo soy demasiado feliz, esa sonrisa tan hermosa hace que cualquier cosa sea insignificante, como salir a tomarme un traguito con mis amigas (extraño eso) o tener una noche romántica con mi esposo pero lo miro y wow no deseo estar en ningún otro lugar mas que en casa con mis dos amores.
Por el momento seguiremos comiendo en 5 minutos, seguiremos pidiendo mas imancitos a cada restaurante que vayamos, y seguiré extrañando solo un poquito salir a tomarme unos traguitos, solo un poquito! al menos hasta que encontremos una persona confiable que pueda cuidar a Tiago, que en estos tiempos es imposible.
Ya es tarde, Tiago ya se quedo privado y mi esposo me espera en cama, un ratito de mimos y a dormir. hasta mañana a las 5.30 a.m que suena otra vez el despertador.
