27.3.16

¿Y si salimos los dos " solos"?

Tiago ya tiene tres hermosos y retraviesos años, los mismos años que Carlos y yo no nos damos un momento para estar juntos, es decir salir en una cita, cenar, divertirnos "solos los dos" ustedes dirán ¡wow eso si que es mucho tiempo eh! Pues si y eso ha acarreado un poco de problemas en nuestra relación que nos hizo pensar, decir y decidir cosas que jamas se nos hubieran pasado por la cabeza.
Metidos en el mundo de los padres estresados, tratando de seguir con la rutina del trabajo, de las cosas de la casa y haciendo de todo para mantener una  crianza  respetuosa que aveces nos resultaba tan difícil, es decir sin gritos, ni peleas delante de nuestros hijos, sin decirnos el uno al otro quien hace más o quien hace menos, etc y etc. 

"Salir los dos solos", caminar agarrados de la mano, ummm ¿ que es eso? Desconozco mayormente, jajaja pensandolo bien, hace mucho que no lo hacíamos porque mi esposo va con Tiago y yo voy  con Gael nuestro segundo hijo, o él   lleva a Gael en su coche y yo persigo a Tiago en su scooter, no me había dado cuenta de todo esto hasta que mi mamá llegó de viaje y vimos la oportunidad de dejarlos dormidos al cuidado de ella.
Amor, vamos a comer algo por ahi, me dice Carlos, y yo respondo: ¿de verdad?, vamos  pues...
" mami, un ratito mira a los bebés que ahorita regresamos"; Salimos de la casaalgo dudosos  y en la puerta nos miramos, sonreimos, nos agarramos de la mano y caminamos sintiendonos raros, jajaja cada palabra que salía  de nosotros era referente a Tiago y Gael, hasta que decidimos no pensar unos minutos en ellos y conversar de cualquier cosa como cuando aun eramos enamorados, " Amor, recuerdas cuando..." , y en la mitad de la conversación, "mejor pedimos para llevar", " no amor quedemonos" " ¿se habran despertado?" "comes rápido mejor " jajaja

Aunque logramos hablar de nosotros, de lo mucho que nos amamos, de que odiamos esta vida sin tiempo para los dos, pero que adoramos nuestro tiempo juntos los cuatro, aunque nuestra cena de pollo a la brasa haya sido de 20 minutos nada más, por la costumbre de comer rapidito, por lo menos me he vuelto a dar cuenta que los ojos de mi esposo son de color caramelo claritos, que sus pestañas son largotas y risadas,  que tiene una sonrisa lindisima, y sobre todo  que tiene un sentido del humor tan fresco, la principal cualidad que me enamoró de él.
¡Claro que necesitabamos ese tiempo para nosotros!, para mirarnos el uno al otro y  recordar el principal motivo por el cual seguimos juntos, " El amor".