Siempre digo que una sonrisa alegra el día, sin embargo existen personas que parecen salidas de una historia de horror que te malogran toda la buena vibra, estoy hablando de los mañosos, sinvergüenzas y descarados que les importa un pito (literalmente) si imponen una ley o no.
Es inaceptable que todas nosotras caminemos por la calle con el temor no solo de que nos roben sino que además cuidandonos de los mañosos, ni siquiera yo que estoy con casi 7 meses de gestación.
Odio sentarme en los asientos del bus que den hacia el pasillo ya que ando traumatizada y por lo mismo no permito que se me acerque nadie, ni joven, ni viejo; pero es que como digo no respetan ni a una gestante, tengo que pedir por favor que se alejen o que se pongan a un costado y lo peor de todo es que te miran como si fueras una loca o hasta te responden con molestia, pareciera que no comprendieran todo lo que una mujer pasa en estos días, no piensan en sus madres, hermanas o hijas.
Lo único que quiero y deseo con estas palabras, es que todas nosotras tengamos la fuerza y fimeza para poder denunciar sin ninguna vergüenza todo aquello que nos incomoda, quizas las personas que están en el bus no te apoyen, pero debes tener la fortaleza para no permitir que te falten el respeto.
Cuidemos nuestra integridad, defendamos nuestros derechos, y sobretodo inculquemos a nuestros hijos los valores que harán de ellos personas con respeto hacia los demás.
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